Recorrido visual:
Para dar vida a este concepto, el
artista debe crear puntos focales, o dicho de otra manera dejar huellas en su
obra para que el “lector” se guié en el recorrido por el trabajo. Estos puntos
focales se pueden crear con un contraste muy marcado; o bien con líneas
virtuales que indiquen de diversas maneras por donde debe ir la vista del
receptor.
Este recorrido visual es logrado solo si el
artista tiene un buen manejo de los conceptos de composición artística.
Esto se puede ejemplificar con la siguiente pintura de Leonardo da Vinci:
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